Es un perro sobrio y sufrido, que resiste a la intemperie las condiciones más duras. Como perro casero es amigable, cariñoso e inteligente, y sobre todo un excelente guardián, valiente y tranquilo, desconfiado y hasta reservado con los extraños. Bajo su apariencia digna del Kuvasz se esconde un temperamento juguetón que le hace ser un fiel amigo de los niños.