El american pitbull terrier sólo debe bañarse cuando lo necesite; el baño demasiado frecuente secará la piel.
Use un champú veterinario aprobado. Un baño al seco es otra opción. Estos productos se venden en cualquier tienda y son aplicados frotando el cuerpo del perro; después se cepillan fuera. Si usted baña a su perro, lo guarda dentro hasta que él perro esté totalmente seco.
La mayoría de los pitbulls aman tener sus cuerpos cepillado y peinado. Ellos son normalmente fáciles manejar si usted tiene cuidado para no tirar el pelo. Una buena idea es dar un masaje de la mano a su perro para quitar el exceso de pelo; esto debe hacerse en un espacio abierto.
Verifique los ojos y orejas de su pitbull durante el acicalamiento; los ojos deben estar claros y brillantes, y las orejas deben estar limpias. Puede ser necesario cortar algún pelo dentro de las orejas si no hay un pasaje aéreo claro. Preste mucha atención las orejas; si usted nota alguna inflamación, o hiper sensibilidad, avise a su veterinario inmediatamente.
Usted debe ver las uñas de su cachorro para asegurar un buen desarrollo del pie. Permita a su veterinario mostrarle cómo hacer esto.Si ud le corta mucho las uñas, usted puede cortar una vena y puede hacer sangrar la uña. Esté seguro de tener un buen cortaúñas, afilado para hacer este trabajo. Si lo hace incómodo o su perro no coopera, usted puede pagar un profesional para cortarle las uñas.
El cuidado dental es un área que no debe pasarse por alto. Usted puede preguntarle a su veterinario como hacerlo. Sus dientes periódicamente, aunque algunos usan hilo dental y “juguetes” ,loscdientes de los perros tienen una acumulación más rápida de sarro que puede producir infección o una pérdida de dientes.
El mantenimiento consistente y prevención son las llaves a promover dientes saludables y encías. Los dientes de su american pitbull deben ser limpiados almenos unaves al año por su veterinario.
Es necesario que nuestro perro esté bien educado, para una mejor convivencia con nosotros y con toda la sociedad. Debemos pensar que vivimos con personas a las que no les pueden gustar los animales, y otras que aunque les gusten, no comprendan ciertos actos que realizan nuestros animales y nosotros consentimos normalmente.